domingo, 6 de agosto de 2017

La noche de los diablos





La ciudad se abre con caras gélidas
a la orilla del Guiniguada.
Cultivan letras de colores muy diferentes
al resto de los mortales.
Sentados a la sombra de un palmeral
crean los versos y relatos del día
para un nomeolvides en las redes.
La noche acecha, y los dioses
se transforman en diablos con capuchas
para no ser reconocidos.
Realidades que van más allá
flotando en el espacio de la infelicidad.
Convertidos en canallas invaden los insomnios
de las virtuosas en el silencio de la confianza.
Amores de libre cautiverio duermen en el
despertar de la mañana donde reposan las mentiras.
Monjes y sacerdotes, fervorosos prosistas
nos alucinan con gran maestría los olvidos
de la noche de los diablos.





3 comentarios:

  1. asi somos...solo nos queda el...¿!!?

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    1. Buenas tardes Marco, así es...que tengas una feliz tarde.Gracias por leer el poema.

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  2. Diablos que nos acechan a más de uno....me gusta¡¡¡

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