martes, 8 de diciembre de 2015

El jardín del recuerdo.





La historia se vuelve brisa
en la distancia de tu vuelo.
Sonidos incesantes
llevan a imaginar el recuerdo
que pesaba grabado
en mi piel.
Sombras traslúcidas
persiguen los pretextos
de mi existencia ya marchita.
¿Cuánto tengo que esperar?
Los sueños inundan
los lamentos de aquel
reloj obsesionado con
marcar las horas bajo
el llanto de la espera.
Entre mis manos vacías
el deseo se hace añicos
porque no puede besar
la eternidad.
Locura del tiempo que
arroja en la vasta memoria
cómo los recuerdos de
nuestros ojos penetraron
en aquel jardín.
Mientras, las palabras
vencidas por la quietud
se diluyen
ante  el crepúsculo

                      del silencio.



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