domingo, 23 de abril de 2017

Ad finem.





El tiempo marcaba el final, pronto dejaría de existir. Su alma envuelta en sedas se diluye ... Ya aquel perfume apenas se percibía. El espejo mostraba el reflejo de un futuro que estaba por llegar. La hechicera de aquel valle  se asomaba pidiendo piedad, gritaba sacudiendo sus brazos a la luna  pidiendo que su mundo permaneciera intacto…Los oradores se zambullen en el silencio de un mundo donde las puertas se van cerrando. Historias oscuras acompañan a la noche bajo la presencia de aquellos ojos que  lastimaron su existencia. Melancolías y desengaños caminan desafiantes en la memoria. Visiones inconclusas se asoman en los albores de las horas…
Duerme  ya cubierta de cenizas, bajo el polvo. Yace en la noche con los sonidos  del viento. La historia se pierde. Los espacios se cierran y envejecen con los recuerdos de aquellos que la conocieron.
El mundo se detiene, los paisaje se funden bajo los acordes del réquiem. Los pasos marcan el camino a la tumba. Allí está, dormida bajo el manto de estrellas , arropada por los besos.



Silencioso el sonido que se pierde en el vacío.
Tristezas que bañan la raíz de la eternidad.
Penas enhebradas bajo murmullos
contemplan la muerte de la joven.
Languidecen aquellas hojas que crujían a su paso
donde solía reposar dejando pasar las estaciones.
Hoy,
Bañada por las gotas  de las horas
                                                 [descansa.
Tiempo y espacio se consumen
se marchitan los recuerdos,
¡Ya no se escuchan  los pájaros!.
Yace en la Tierra
donde el tiempo se detiene.







       


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