…Y volví a nacer entre tus manos
bajo la soledad de la noche
cuando las caricias ahogaban
mi cuerpo bañado por el sudor
del placer.
…Y volví a nacer
…Y volví a sentir la locura por
beber el éxtasis del tiempo.
Lunas y estrellas se rinden
al paso de tus labios húmedos
sedientos de mi dulce jazmín.
El deseo despierta la memoria
de mis manos en tu pecho.
Mi alma,
desnuda
bajo el goce delirante
de nuestros cuerpos
se sumerge
en los latidos de las montañas
que esconden nuestro secreto.
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ResponderEliminarAmor, pasión, frenesí, sensualidad, vida, íntimidad, complicidad, ternura (verso nº 13)... conforman los versos que dan vida al poema.
ResponderEliminarEnhorabuena por esta creación. T.