martes, 22 de septiembre de 2015

El milagro.


 
 
Embriagados por el viento
los errantes
deambulan a los pies
de una ciudad
que golpea las tardes
con los aromas del mar.
Alfombras de tristezas
en las espaldas
aguardan paralizando
las voces del crepúsculo.
Lejos queda ya los dioses
que escuchaban las plegarias.
¡Éxodos del pasado!
La esperanza,
envuelve los sueños
que abrazan el ocaso
de la historia.




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